miércoles, 6 de enero de 2010

Tranvía a la Malvarrosa, de Manuel Vicent


TEXTO DE LA CONTRATAPA: Sobre un fondo de boleros, el protagonista de esta novela atraviesa la adolescencia con la frente cuajada de acné. Cada uno de estos granos era un pecado mortal, según le decía el confesor. Al mismo tiempo que se producen una serie de crímenes famosos en aquella Valencia todavía huertana de los años cincuenta, se desarrolla la conciencia del protagonista. El crimen de la envenenadora, el garrote vil al esquizofrénico que asesinó y cubrió de flores a una niña... Cualquier héroe tiene que hacer un viaje para encontrase a si mismo. El protagonista de este relato lo realiza en un tranvía hacia la playa de la Malvarrosa, donde la inocencia quedó atrás junto con el bañador olvidado bajo un arbusto de adelfas.

viernes, 1 de enero de 2010

Las cenizas de Ángela, de Frank McCourt

Cuando pienso en mi niñez, me pregunto como me las arreglé para sobrevivir. Era, por supuesto, una infancia miserable: la infancia feliz difícilmente vale la pena. Peor que la infancia miserable común es la infancia miserable irlandesa, y peor aún es la infancia miserable católica.


Frank McCourt nació en Brooklin, Nueva York el 19 de agosto de 1930. Hijo mayor de una familia de padres irlandeses emigrados a Estados Unidos por la hambruna y la miseria que asolaban su país natal, Irlanda, en ningún momento lograron alcanzar en el Nuevo Mundo un nivel de vida mínimo que les alejara de la miseria. Ambos se conocieron y se casaron en Nueva York, adonde habían emigrado por separado. Entonces los padres decidieron retornar de nuevo a la ciudad de Limerick, Irlanda en 1934, de donde era originaria la madre. Sin embargo allí las cosas no pasan como esperan y se hunden aún más en la miseria. La familia vive en un departamento con 2 habitaciones con una sola bombilla, compartiendo la habitación con pulgas y chinches. Todos los vecinos comparten una única letrina. El padre rara vez encuentra trabajo, y cuando lo consigue, aparte de que suelen ser los trabajos que la mayoría rechazan, como carbonero, se bebe las escasas ganancias en los pubs de la ciudad. La familia sobrevive gracias a la caridad pública y gracias a los pequeños trabajos que consiguen realizar los hijos, tales como recoger los pequeños trozos de carbón que los carros carboneros dejan caer por sus reorridos por la ciudad. Por si fuera poca desgracia, la familia materna desprecia al padre de Frank porque es norirlandés, lo que hace que no les ayuden en nada. Cuando estalla la Segunda Guerra mundial, el padre, junto con otros irlandeses se traslada atrabajar a Gran Bretaña, país del cual se independizó Irlanda el 6 de diciembre de 1922. Se traslada a una planta de Defensa Civil de Coventry, Inglaterra, Es la última vez que la familia ve al padre, pero sólo realiza un envio de dinero a la familia. Asi Frank y sus hermanos pueden ver como las demás familias viven una época de progreso a causa de la Segunda Guerra Mundial, donde todos los hombres encontraron trabajo en Inglaterra, pero los McCourt son un caso aparte, prosiguiendo con su vida de miseria. En cuanto Krank consigue ahorrar algo de dinero y cumple la mayoría de edad, compra un pasaje para Nueva Cork, ciudad en la que nación.

El libro narra la niñez y adolescencia del autor, desde su nacimiento en Nueva Cork hasta la vuelta a su ciudad natal. Con el enorme éxito del libro, el autor, que fue maestro en EEUU el resto de su vida hasta la jubilación, escribió otros tres libros, que narran el resto de su vida. Con este libro obtuvo el premio Pulitzer en 1997 y el premio del Circulo de Críticos en 1996. Frank murió de cáncer en 2009.

El Jarama, de Rafael Sanchez Ferlosio


TEXTO DE LA CONTRATAPA:

Madrid, años cincuenta. Once amigos deciden pasar un domingo de agosto en el campo, a orillas del río Jarama. La jornada transcurre plácidamente, entre la taberna del tío Mauricio, donde la gente se reúne para comer y jugar a las cartas, y una arboleda cercana al río. En ese provisional coto privado los escursionistas pasan sus día de asueto, entre paellas, discusiones cotidiana, baños de agua dulce y de sol y escarceos amorosos. Pero al acabar la jornada, ese pequeño paraíso se ve sacudido por un acontecimiento inesperado. Galardonada con el Premio Nadal y el Premio Nacional de la Crítica en 1956, esta novela, con su minucioso trabajo delenguaje y estructura, constituye uno de los hitos fundamentales de la narrativa española del siglo XX.




Según Wikipedia, el objetivo de la novela es:

presentar el contraste que existe entre la superficialidad e intrascendencia de las acciones y conversaciones de la ciudad, frente a la autenticidad y superioridad de la naturaleza.


Yo no la veo de ese modo. Aunque es cierto que hay una cierta contraposición entre el mundo rural y campestre (que no la naturaleza, no hay que confundir ambos términos) y el mundo de la gran ciudad, este último se presenta bajo la forma de unos jóvenes de ambos sexos solteros con sus inquietudes de formar familia y ganarse la vida, mientras el primero es más apegado a las tradiciones.

Desde el punto de vista de una persona que nació 3 años después de escrita la novela, que vivió en su infancia los 60 y en su adolescencia los 70, esta novela se interpetra más desde el punto de vista de la antropología, o si se prefiere, desde el punto de vista de la historia de las costumbres sociales. La novela es, en al menos tres cuartas partes, puro diálogo. Y en estos diálogos se puede ver la manera de hablar de la gente del centro de la península hace más de medio siglo.

Por ejemplo, nada más empezar, cuando Demetrio lleva a Mauricio dos barras de hielo, cajas de cervezas y de gaseosas:


- ¿Donde dejastes el carro, que no lo hemos oído?
- Pues a la sombra. ¿Donde querías que lo dejase?
- Ya. Me extrañaba. ¿Las cajas las traes también?
- Si, dos; la una de cerveza y la otra de gaseosa.; ¿no era eso?


Aqui se puede ver que no sólo el uso excesivo del artículo la, sino también que en los años 50 las neveras eran pura cajas más o menos aisladas del clima exterior donde guardar los bloques de hielo junto a la bebida y la comida a conservar, barras de hielo que eran servidas a domicilio por el vendedor de hielo, trabajo temporal típico del verano.

La novela no sólo es una novela dialogada, a diferencia de la novela de fines del siglo XX y principios del XXI, donde los diálogos escasean, sino que además no hay división entre personajes principales o secundarios, ya que no narra la vida o acontecimientos que le pasan a una persona, sino que está llena de personajes que podríamos decir, son todos secundarios, por no haber ninguno principal. Además de los amigos jóvenes todos de Madrid, hay alguna que otra familia con hijos pequeños, y los propios habitantes del lugar.

Lectura recomnedable.

Tampoco está de más recordar que es exactamente el río Jarama.