lunes, 13 de septiembre de 2010

Stocker, Bram - Drácula - recetas

Salimos con bastante buen tiempo, y era noche cerrada cuando llegamos a Klausen- burg, donde pasé la noche en el hotel Royale. En la comida, o mejor dicho, en la cena, comí pollo preparado con pimentón rojo, que estaba muy sabroso, pero que me dio mucha sed (Recordar obtener la receta para Mina). Le pregunté al camarero y me dijo que se llamaba “paprika hendl”, y que, como era un plato nacional, me sería muy fácil obtenerlo en cualquier lugar de los Cárpatos. Descubrí que mis escasos conocimientos del alemán me servían allí de mucho; de hecho, no sé cómo me las habría arreglado sin ellos. Como dispuse de algún tiempo libre cuando estuve en Londres, visité el British Museum y estudié los libros y mapas de la biblioteca que se referían a Transilvania; se me había ocurrido que un previo conocimiento del país siempre sería de utilidad e importancia para tratar con un noble de la región. Descubrí que el distrito que él me había mencionado se encontraba en el extremo oriental del país, justamente en la frontera de tres estados: Transilvania, Moldavia y Bucovina, en el centro de los montes Cárpatos; una de las partes más salvajes y menos conocidas de Europa. No pude descubrir ningún mapa ni obra que arrojara luz sobre la exacta localización del castillo de Drácula, pues no hay mapas en este país que se puedan comparar en exactitud con los nuestros; pero descubrí que Bistritz, el pueblo de posta mencionado por el conde Drácula, era un lugar bastante conocido. Voy a incluir aquí algunas de mis notas, pues pueden refrescarme la memoria cuando le relate mis viajes a Mina.

No dormí bien, aunque mi cama era suficientemente cómoda, pues tuve toda clase de extraños sueños. Durante toda la noche un perro aulló bajo mi ventana, lo cual puede haber tenido que ver algo con ello; o puede haber sido también el pimentón, puesto que tuve que beberme toda el agua de mi garrafón, y todavía me quedé sediento. Ya de madrugada me dormí, pero fui despertado por unos golpes insistentes en mi puerta, por lo que supongo que en esos momentos estaba durmiendo profundamente. Comí más pimentón en el desayuno, una especie de potaje hecho de harina de maíz que dicen era “mamaliga”, y berenjena rellena con picadillo, un excelente plato al cual llaman “impletata” (recordar obtener también la receta de esto). Me apresuré a desayunarme, ya que el tren salía un poco después de las ocho, o, mejor dicho, debió haber salido, pues después de correr a la estación a las siete y media tuve que aguardar sentado en el vagón durante más de una hora antes de que nos pusiéramos en movimiento. Me parece que cuanto más al este se vaya, menos puntuales son los trenes. ¿Cómo serán en China?



INGREDIENTES:

  • 1 Pollo
  • 2 Cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cebollas grandes picadas
  • 2 ó 3 dientes se ajo
  • 2 cucharadas soperas de pimentón
  • 1/2 taza de salsa de tomate
  • 2 cucharaditas de harina
  • 1/2 taza queso Finlandia

PREPARACIÓN:

  • Cortar el pollo en trozos y salpimentar
  • Dorar ligeramente las dos cebollas y los dientes de ajo en el aceite y mezclar con la mitad del pimentón. Añadir la salsa de tomate y el pollo. Cubrir a fuego lento hasta que quede tierno o 1 hora. Dacar el pollo y reservar.
  • Añadir el resto del pimentón a la salsa , después añadir la harina al queso Finlandia, cocinar a fuego lento revolviendo durante cinco minutos o hasta que queden bien mezclados los ingredientes.
  • Pasar la salsa a través de un tamiz, colador o triturar.
  • Colocar el pollo sobre la salsa y calentar.
  • Colocar el pollo en un plato, poner la mitad de la salsa encima y la otra mitad en una salsera.


En la receta que yo encontré en inglés pone acompañar con Flour Dumplings (masa de harina hervida en agua) pero creo que como acompañamiento es mejor el arroz (blanco o integral) cocido, puré de patatas o patatas fritas (o incluso cocer patatas en la misma salsa).

No hay comentarios:

Publicar un comentario