viernes, 9 de octubre de 2009

Chacal, de Frederick Forsyth

TEXTO DE LA TAPA:
La OAS, una organización terrorista de extrema derecha formada por ex militares franceses contrarios a la independencia de Argelia, pretende atentar contra el General y Presidente de Francia, Charles De Gaulle y héroe de ambas guerras mundiales. Como ya lo han intentado varias veces con sus propios hombres sin conseguirlo, deciden contratar a un profesional inglés, a un francotirador profesional apodado El Chacal. La policía francesa se entera del plan y encarga al comisario Claude Lebel, que está a punto de retirarse, de desbaratar el plan. El inspector Lebel sigue la pista del Chacal muy de cerca durante toda la novela, con la presión de sus superiores latente del tal forma que hay momentos en que hace sentir realmente mal. La trama -toda, del principio al fin- es totalmente trepidante. Lebel sigue los talones al Chacal, que lo despista, ejecutando con precisión quirúrgica los preparativos para cumplir su objetivo. El final es absolutamente alucinante.

El libro está repleto de detalles que nos dan una visión histórica muy precisa de la Francia de principios de los 70. Además, está ligado a otro de los mitos setenteros: el fantástico coche francés conocido como “tiburón”, cuyo nombre real es Citroën DS (Déese). Altamente recomendable.




OPINIONES ENCONTRADAS EN LA RED:

En general, las novelas de Forsyth gustan mucho, pero El chacal parece que gusta especialmente. Hay hasta quién opina que su lectura debería ser asignatura obligada en la ESO. Enlace.

En el rincón del vago tenemos una sinopsis muy recomendable del libro. La recomiendo que la leas, incluso caundo hayas leído la novela.

Otra opinión muy buena es esta.




MI OPINIÓN:

La novela "Chacal", es quizás, la mejor de Forsyth. Su acción es trepidante, tiene la medida justa de acción y está medida al milimetro, de forma que ni es tan agobiante como en "El Código Da Vinci", donde la acción es tan frenética que no te deja respirar, te agobia, ni tan lenta que aburra. Los capítulos trepidantes y los más lentos se suceden con una alternancia justa.

Por extraño que parezca, el personaje principal, el Chacal, el asesino a sueldo, el fracotirador de alquiler, en dos palabas, el malo de la novela, se convierte en el bueno. El lector se enamora de él. Es guapo, bien parecido, educado, alto, es, un pocas palabras, el yerno que toda madre quisiera para su hija. Pero también es frío, calculador, implacable. Y mujeriego, conquistador, un don Juan. Este es otro de los logros de la novela.

En resumen, una novela que no se puede uno perder.

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